miércoles, 22 de mayo de 2019

Multiplicando tu capacidad lingüística


---Poliglotismo, erudición, sofisticación---
Quería reflexionar sobre el tipo de estudio que implica llegar a saber más de 20 lenguas. 

   -x- Estudio constante: ya sabemos que ésta es la clave. Si se dedican 3 horas al día al estudio de idiomas, todos los días del año, se suman algo más de 1.000 horas, en las que da tiempo a aprender unos 9 idiomas y aun más.
El poliglotismo implica saber varias lenguas, hablarlas, leerlas, utilizarlas, pensar y hasta soñar en ellas. Esta es sólo una de las facetas.

   -x- La erudición: denomino así a la lectura y consulta de enciclopedias y libros de lingüística. Para saber muchas lenguas hay que enterarse primero de qué lenguas hay, a qué culturas corresponden, incluso qué música y qué literatura tienen. Conocí a una persona que se compró los manuales de 30 lenguas distintas, pero nunca era capaz de decidir qué lengua realmente quería estudiar, así que nunca se los estudió, qué patético. Hay que aprender acerca de las lenguas para poder encontrar el propio gusto, las propias preferencias y la motivación.

   -x- La sofisticación lingüística: además del estudio y entrenamiento para saber bien una lengua, creo que un ingrediente importante es leer gramáticas --> para informarse, para saciar la curiosidad, para observar cómo funcionan morfosintaxis exóticas, para echar una ojeada a una familia lingüística.... Sin que necesariamente haya intención de aprender esa lengua cuya gramática se está leyendo, incluso se puede leer para ver cómo funcionan lenguas que no te gustan! A menudo, sin embargo, leyendo por simple curiosidad entra el deseo de aprender en serio, se queda una fascinada con el idioma en cuestión.
   El concepto de sofisticación incluye especialmente el adquirir soltura con conceptos teóricos gramaticales a nivel práctico, no solamente a nivel erudito, leído en un manual teórico de lingüística: la ergatividad, los correlativos, las mutaciones fonéticas, esos curiosos pronombres-relativos-subordinantes de las lenguas altaicas, etc... Familiarizarse a fondo con las estructuras y la tramoya que hay detrás de las lenguas y los términos gramaticales con que se describen.
   Esta faceta de la sofisticación es uno de los elementos que va a propiciar el subir de nivel, la facilidad y rapidez para aprender, la seguridad... en resumen, el multilingüismo a alto nivel.

   Os cuento estos consejos basándome en mi propia experiencia. Yo apliqué estos principios de manera inconsciente, por pura curiosidad, a raíz del entrenamiento académico o por juego intelectual. Ahora reflexionando creo que no basta con limitarse sólo a estudiar la lengua que queremos hablar, leer y escribir, la lengua que queremos manejar con soltura o de la que queremos obtener un título --> al final no nos da alas. Para echar a volar en poliglotismo, para adquirir altura de vuelo y velocidad de crucero, de manera que puedas hablar 22 idiomas y saber sobre otros 30, por ejemplo, es importante tener en cuenta que hay otras maneras de acercarse a los idiomas, no exclusivamente el estudio a fondo, sino también la visión panorámica, el conocimiento de la taxonomía y distribución geográfica e histórica de las lenguas, y la lectura de gramáticas en frío y a pelo, sin hacer ejercicios para aprenderlas, sólo para saber de qué van.
   Todas esas maneras distintas de "estudiar" pienso que son facetas del poliglotismo, que suman y multiplican el conocimiento y la capacidad. Ayudan a ver al estructura que hay debajo y a conocer bien el terreno sobre el que pisas.





martes, 20 de marzo de 2018

El aleutiano

  (primera redacción)
 La isla de Attu es la más cercana a Kamchatka de la cadena de las islas Aleutianas. Hay otras dos aún más cerca, pero ya son territorio ruso y se llaman islas Komandorskie (Bering y Mednyi).
   Desde Attu hasta prácticamente el monte Kupreanof, a la mitad de la península de Alaska, en una línea imaginaria que trazaríamos desde Port Moller hasta el cabo Kupreanof, se extendía originalmente la población de habla aleutiana.

 Los rusos conquistaron Attu en 1745, avanzaron por la cadena de islas hasta el continente en los años siguientes. En 1786 descubrieron y colonizaron las islas Pribilof. Se organizó una colonia rusa basada en el comercio de pieles. Dividieron la colonia en dos distritos administrativos, basados en Unalaska y Atka. Durante 100 años fueron documentando la población aleutiana, sus asentamientos y sus grupos.

   No debemos confundir a los habitantes de las islas Aleutianas, que hablan una lengua denominada por ellos Unangam, con los pueblo esquimales Alutiiq, que viven en Kodiak y Kenai y se autodenominan Sugpiak. Fueron los rusos los que llamaron a todos "aleutianos". En realidad hablan dos lenguas de ramas diferentes, dentro de la familia Eskimo-Aleutiana. Los Sugpiak están emparentados lingüísticamente con los inuit de Canadá y Groenlandia, en cambio los hablantes de Unangam forman ellos solos la rama del aleutiano, aislada del resto de la familia.
   Durante el siglo XIX la iglesia ortodoxa enseñó en la escuelas aleutiano y ruso, sin embargo en el siglo XX los metodistas y las escuelas del estado de Alaska les enseñaron tan sólo inglés. Esto unido a la migración hacia las ciudades en tierra continental, provocaba un gran declive de los hablantes nativos.
  Los efectos de los reasentamientos y despoblamientos organizados durante la Segunda Guerra Mundial, fueron nefastos y pusieron el idioma aleutiano al borde de la extinción. Afortunadamente a partir de 1972 se comenzó a enseñar también aleutiano en las escuelas. De todas maneras, se ha perdido mucha información de cada dialecto a lo largo del archipiélago y algunos dialectos se han perdido para siempre. Otro se conserva en la isla Bering del grupo Komandorskie en territorio ruso.

Unangam Alaska Native Language Center














jueves, 9 de junio de 2016

Políglotas cotidianos


   El año pasado en estas mismas fechas formé parte de un curso en el que se representó una escena típica y cotidiana entre políglotas: un curso intensivo de Georgiano Medieval en la Universidad de San Dámaso, en Madrid. Los idiomas que se utilizaban eran siete: español, francés, italiano, inglés, alemán, en algunas ocasiones también griego bizantino, siríaco;  y de fondo rondaban siempre el armenio y el latín, aunque no recuerdo si aparecieron. La lengua que se estudiaba era el georgiano medieval, pero el georgiano moderno se usaba de referencia continuamente, tanto en morfología como en sintaxis.


   El profesor hablaba en francés y todos le seguíamos con perfecta fluidez; de los alumnos la mitad éramos hispanohablantes, la otra mitad eran italianos, de modo que entre nosotros usábamos para hablar estos tres idiomas. Mucha de la bibliografía y las ediciones que utilizábamos en clase procedía de libros en inglés. El gran diccionario de consulta (en donde a veces el profesor buscaba alguna variante de algún verbo en algún manuscrito y cuya explicación leía en alto para todos, y todo el mundo entendía perfectamente) estaba en alemán, por supuesto, como ya estarán imaginando mis lectores procedentes de Filología Clásica o de Bíblica Trilingüe: siempre la referencia final y definitiva está en algún tomo de las enormes publicaciones lexicográficas alemanas sobre lenguas antiguas. Los textos que estudiábamos solían tener como origen algún relato en griego bizantino, alguna traducción de expresiones griegas de San Juan Crisóstomo o del Nuevo Testamento; y aparecían también en los textos georgianos expresiones e imágenes procedentes de los poemas de San Efrén en siríaco. Incluso en algún momento hicimos referencias a algún aspecto de la morfología de las lenguas bantúes, por muy exótico que parezca, a causa de las rarezas extravagantes de la gramática georgiana. Aunque todos los presentes conocían bien lenguas indoeuropeas y semíticas, quizá sólo el profesor y yo conociéramos lenguas bantúes, pero seguramente los demás siguieron los comentarios sin ningún problema, gracias a sus conocimientos de lingüística comparada. También hicimos comentarios referentes al persa y su entorno cultural, motivados por el contenido de uno de los textos, en el que un rey georgiano sometido al emperador sasánida se convertía al zoroastrismo por conveniencias políticas.  A todas estas lenguas que utilizábamos en el curso intensivo de georgiano medieval, habrá que añadir las que se encontraban en la mente de los presentes: la mayoría eran expertos en arameo y hebreo, una en árabe, el profesor seguramente conocía bien el ruso… y no me habría sorprendido que los presentes conocieran también el sogdiano, el copto, etc…


Este despliegue políglota es algo cotidiano entre los estudiosos de lenguas antiguas en España.


   Pero también se puede encontrar en otros campos de la Filología, entre las lenguas modernas: en publicaciones de textos literarios con comentarios y extensas notas a pie de página, a menudo se cita en la lengua original la explicación de algún investigador sobre algún punto del texto. No se da la traducción, porque se supone que un estudioso a ese nivel de erudición filológica está más que acostumbrado a leer bibliografía en cinco o seis idiomas. Se dan por sabidos el latín, el portugués, el francés, el italiano, el inglés y el alemán. En otros ámbitos filológicos se podrán encontrar citas en lenguas escandinavas que se dan por sabidas, o bien lenguas eslavas, o bien lenguas clásicas o semíticas, etc…
   Quiere esto decir que hay un nivel de erudición filológica en el que es normal encontrar políglotas cotidianos al estilo que se plantea en este Club Mitrídates.



    Pasemos ahora a otro campo de la cultura en el que es típico el utilizar muchos idiomas de manera cotidiana: los aficionados a la ópera, los cantantes de ópera y los músicos internacionales.


  Los aficionados a la ópera solemos aprender las lenguas en que fueron escritas las obras que tanto amamos. Escuchamos y también leemos y aprendemos los libretos. En mi caso la ópera y otras obras vocales de música sacra me han motivado y ayudado para aprender varios idiomas desde que era adolescente, de tal modo que a menudo la lectura de libretos precedía a la lectura de novelas.



   Tambien se puede explicar desde otro punto de vista: la ópera es un arte que se creó en un círculo social de personas que eran políglotas cotidianos. Durante los últimos 400 años los aficionados a la música vocal solían haber recibido de antemano formación en esos idiomas en que se cantaba, porque los utilizaban también en otras expresiones culturales de su vida. Cuando en la época actual te aficionas a la ópera, acabas convirtiéndote en políglota porque lo uno va entrelazado con lo otro.



   En una ocasión, en un castillo que visitaba, pude leer una explicación de cuál era la formación típica de los niños aristócratas en la Bohemia del siglo XIX: tenían varios preceptores privados y un aula dedicada al estudio dentro de palacio. Todos los días se dedicaban a estudiar 5 idiomas, y en esos textos ya iban surgiendo los conocimientos necesarios de historia, arte, literatura y geografía, sin necesidad de que fueran asignaturas aparte. Estudiaban latín, francés, inglés, italiano y la lengua que usaban en casa, el alemán. Jugando por patios y jardines con los niños de la servidumbre aprendían checo. De modo que terminaban siendo políglotas cotidianos, preparados para viajar y comunicarse con sus pares en otros países, y de paso, para entender la liturgia, las óperas y canciones de su época. Por supuesto su educación se completaba con música, dibujo, esgrima, hípica.
   En otras zonas geográficas se aprendería español, portugués, ruso o sueco... Lo que más me gusta es el régimen de estudio: todos los días cuatro o cinco lenguas. Muchos no cursaban más estudios que éstos, sólo algunos iban a la universidad por intereses o necesidades variadas.
   

   En el siglo en que vivimos ya no son sólo la alta burguesía y la aristocracia los aficionados a la ópera. Hoy en día desde cualquier parte del mundo se puede acudir a los festivales internacionales y codearse allí con personas que hablan cualquier lengua. Lo usual es comunicarse en la lengua del país en que se está: Bayreuth, Salzburg, Glyndebourne, Verona...  Con la facilidad que proporciona internet se puede reservar una entrada para ver la obra o el cantante que más te interese en ese momento, en cualquier teatro, grande o pequeño: Venecia, Milán, Nápoles, Londres, Viena, París, Praga, Berlín, Múnich, San Petersburgo, Moscú, Buenos Aires, Manaus, Filadelfia, Santa Fé, Copenague, Barcelona, Valencia, Madrid, Lisboa...


   Las lenguas más usuales de la lírica son bien conocidas, pero las nombraré aquí por si a alguien le sirviera de motivación para nuevas lecturas y audiciones: el latín para la música sacra (en toda su amplia variedad de géneros), el español, el italiano, el francés, el inglés, el alemán, el ruso, el checo. Menos usuales son el catalán, el portugués, el danés, el noruego, el sueco, el polaco. Hay música sacra espectacular en griego y ruso.
   ¿Qué significa esto? Que hay muchos cantantes que utilizan cinco idiomas cotidianamente y algunos más: completos superpolíglotas. Aquí se puede ver por ejemplo un disco de Renée Flemming en el que ella canta en italiano, francés, alemán, ruso y checo.


   Aquí el trailer de un documental que merece la pena comprar en DVD, Caballé - Más Allá de la Música, en el que nuestra Montserrat aparece hablando de manera suelta y natural en catalán, español, francés, inglés, alemán e italiano.  He leído que sabe otros dos idiomas, pero no sé cuáles, (posiblemente el portugués y el latín, o quizás el ruso, por los amigos rusos que aparecen en el documental). Este documental es un gozo políglota, sale cada pocos minutos gente hablando en idiomas distintos. No me extrañaría que el guionista y el director fueran políglotas consumados, aunque no lo sé (Alberto Sabaté y Antonio Farré).


sábado, 28 de mayo de 2016

Libros en latín moderno

   Sin quitarle mérito, gusto y reconocimiento a la literatura clásica latina, como la apasionante Eneida; la medieval, como las entretenidas Gesta Romanorum o la acertadísima De Consolatione Philosophiae; la renacentista, como la De Hominis Dignitate; o, por ejemplo, la literatura fantástica barroca, con el Iter Subterraneum; están apareciendo cada vez más libros en latín moderno y cada vez más gente que se apunta a utilizar el latín y añadirle más savia vital.
   Especialmente divertido es cuando publican alguna novela archiconocida traducida al latín.
   Hay varias, no muchas, traducciones al latín de clásicos europeos con los que todos hemos disfrutado.
   Dividiría estas publicaciones en tres géneros: los cómics, los libros infantiles y los clásicos de la literatura moderna.
   Muchos empezamos a leer latín moderno con las traducciones de los cómics de Astérix:



   De los libros infantiles y cuentos, hay algunos que también son mis favoritos:








   De los clásicos, claro el número uno para mí es:


   También existe una versión incompleta en latín macarrónico que, aunque sea una tontería, me hace reír sin parar:

   Una selección entre otras novelas traducidas al latín actualmente:





   Aunque no sea yo muy devota de Tolkien, por leerlo en latín seguramente lo disfrutaría bastante más.

   Un invento útil en general para el aprendizaje de los jóvenes son los diccionarios visuales, pero tratándose del latín, a mí me hacen especial gracia, mejor dicho: ilusión. Ilusión por ver fotografías del mundo moderno con sus correspondientes nombres en latín... ¡puro disfrute lingüístico!.






martes, 10 de mayo de 2016

Tamazight, la lengua de los Tuareg



   Esta lengua se llama Tamazight, pero en realidad por leyes fonéticas internas muchos pronuncian tamashek, también dependiendo del dialecto.

   Llevo toda la vida fascinada con los tuareg. Comenzó mi fascinación con un libro de la editorial Disney que hablaba de los pueblos del mundo: los hombres azules eran los que me resultaban más misteriosos en aquellas fotos, envueltos en velos y turbantes, montados con sumo donaire sobre sus dromedarios...

  Luego me quedé absolutamente turulata con la película Tuareg, basada en la novela de Vázquez Figueroa. La película está bien, es impresionante las hazañas que es capaz de acometer el protagonista con tal de cumplir con las sagradas leyes de la hospitalidad; y creo que el doblaje en español es mejor que la interpretación original en inglés, caso curioso, pero de verdad que en español dice mucho mejor esa frase de "¡Frontera! ¿Qué frontera? El desierto no tiene fronteras... A los soldados se los traga la arena...". No encuentro el vídeo en español en youtube, lo siento. Se puede comprar el DVD o buscarlo en alguna biblioteca. La novela merece la pena (aunque no sea de la más alta literatura). Me encanta al principio cuando describe la perplejidad que les causaban a los tuareg los aviones que cruzaban el cielo dejando una estela blanca.

      Unos años después vi la película Ässhäk. Un documental exquisito de ritmo maravillosamente lento, introvertido, poético (un alivio después de las escenas violentas de Tuareg).

Trailer de Ässhäk
   En este documental se muestra la vida tuareg vista a través de sus ojos y sus sueños. El título es la palabra con la que ellos denominan su código de comportamiento, su ideal de nobleza. Hablan de su conexión con la música, las tradiciones, los animales, la naturaleza y Alá. Todo en lengua tamazight, con subtítulos. Una de las escenas más fascinantes es una lección de escritura tifinagh que el maestro da a los niños escribiendo sobre la arena.

  El siguiente paso fue conocer la música de Tinariwen, Tartit y otros. En los CDs de Tinariwen viene la letra de las canciones escrita en tifinagh y con la traducción.
   Y ya por fin llegó el momento de comenzar a aprender Tamazight. En internet se pueden encontrar varios cursos. Hay que contar con variedades dialectales diferentes.
   Mi elección personal ha sido un libro de 1896, escrito por un general de la Legión Extranjera, es decir, un libro absolutamente peliculero, lleno de la atmósfera de las aventuras del desierto. El primer vocabulario que se aprende, por supuesto, es cómo se llaman los camellos, según su edad y su apariencia. No volveré a mirar a los meharis con los mismos ojos de antes. Todavía me queda camino por andar: terminar esta gramática y estudiar otros métodos de la lengua actual del siglo XXI... Por ahora me aprendo las canciones.
BNF Gallica Essai de Grammaire de Langue Tamachek parece que enlaza con la página general y hay que teclear Essai de grammaire de la langue tamachek Hanoteau en la Búsqueda

http://www.melillatamazight.es/# qué blog más interesante y más completo
LIBRO CURSO DE LENGUA TAMAZIGHT NIVEL ELEMENTAL qué libro más simpático

lengua amazigh canarias este blog es una auténtica maravilla, genuinamente apasionante, tengo que leérmelo todo, no sólo lo del idioma.

le petit prince Tamachek
lepetitprince amazigh
   Qué gran idea, qué propio, precisamente El Principito en tamazight, la lengua del desierto.